“Juventud en accion por la integridad de las mujeres LESBIANAS en El Salvador”

El Lesbianismo en El Salvador es un tema que no termina de salir a la luz. En los periódicos, revistas o cualquier medio de comunicación se trata con cierta distancia. Muchas veces nos damos cuenta que tenemos familiares, conocidas, vecinas o que muchas de las mujeres que nos rodean son lesbianas. Aun nosotras mismas somos lesbianas y callamos nuestra sexualidad, vivimos encerradas, escondiendonos de noche para que nadie nos vea, creyendo que nunca nada cambiara.

Muchas veces no nos damos cuenta de cuanto nos escondemos que hasta nos cuestionamos ingenuamente la existencia de Lesbianas en El Salvador, seguramente en este momento estaremos respondiendo que sí existen, pero que son muy pocas. En algunas ocaciones sabemos de la joven de la esquina de la colonia, si acaso escuchamos el rumor de alguna diputada lesbiana, o en la oficina sobre alguna compañera pero no tienen ni voz ni rostro. Son sombras, nada más.

Pero por que no ahondar un poco más allá. Si usamos un poco de lógica y hacemos uso de estadísticas y estudios internacionales se estima que un 10% de la población mundial es homosexual, entonces asumamos que aproximadamente un 5% somos lesbianas. En el salvador somos más de 5 millones de personas, de los cuales un promedio de 250 mil mujeres más o menos seriamos lesbianas. Pero ¿dónde están? La respuesta es sencilla: están en el armario y muchas de ellas se están ahogando dentro.

Existen muchas razones por las que no se toma la decisión de salir del closet. Quizás las más comunes son : nuestra cultura, nuestras creencias y valores, nuestra idiosincrasia que nos hace ser hipócritas respecto al lesbianismo en nuestro país, por la cultura machista que existe.

El lesbianismo es la forma homosexual doblemente violentada, una por ser mujer y la otra por ser lesbiana. Esto lo único que nos demuestra es que la mujer por ser mujer sigue siendo víctima de la denigración. El hombre salvadoreño por su naturaleza cultural, social y "moral" ve a la mujer como un objeto sexual... Para la comunidad lesbiana en El Salvador, esto nos pone en un contexto inseguro, violento y peligroso. El estigma, la lesbofobia, bifobia y transfobia sumada a la violencia son seguros colocados a este armario donde tratamos de escondernos para evitar enfrentarnos a una sociedad donde no nos aceptan tal como somos. El ser jóvenes muchas veces nos excluye de participar en las tomas de desiciones que son importantes para nuestro porvenir, somos el presente del país, mas sin embargo se nos limitan las oportunidades, el hecho de ser lesbiana o bisexual nos cierra aun mas puertas, nuestras familias nos rechazan, la iglesia nos aborrece, la sociedad nos aísla y crea formas de erradicarnos, mas no es la forma, somos personas con integridad, sentimientos y vida, exigimos se nos respeten nuestros derechos sin distinción.

El estigma del lesbianismo es tan grande en nuestro país que no existe figura pública (en la política, el arte o la cultura, etc...) que se atreva a divulgar su orientación sexual. ¡En la vida pública del país no existen mujeres lesbianas! (Recordemos ese 5% de la población antes mencionado). La comunidad lésbica necesita verdaderos modelos, sensatos si es que queremos abrirnos espacios como juventud lesbica. Esto ayudaría a que muchas mujeres salieran del encierro en el que se encuentran y el ser lesbiana no fuera más que parte de la sexualidad de todos los seres humanos.

El comportamiento sexual y la manera de entender la sexualidad de los salvadoreños es tan rica como problemática. De la sexualidad salvadoreña solo se habla basandose en la experiencia, ya que existe poco o ningún material con respecto al tema. Por este motivo hay que puntualizar algunos factores que son como cerraduras que mantienen con llave el closet.
Todo lo dicho anteriormente se basa en la observación y experiencia propia, en la experiencia que nosotras y miles de salvadoreñas lesbianas vivimos día a día. Después de todo, lo mas importantes es que las lesbianas salvadoreñas existimos, estamos aqui en todas las clases sociales. Lamentablemente, muchas salvadoreñas lesbianas siguen en esa esquina oscura del closet ocultandose para no ser afectadas. Seguir encerradas nos puede proteger de algunos momentos amargos, pero no nos dará la paz necesaria para lograr una salud sexual plena, respetuosa y óptima. Ojala que poco a poco vayamos encontrando las llaves para abrir esa horrible puerta.